Tumbando Caña

Hilario Osorio

PÓNLAS A REMOJAR.- Antes, cuando ocurría algo malo y de lo cual no estábamos tan exentos que digamos los demás mortales, decíamos en Bachomobampo: “ves lo que ocurre y no te le hincas al santo”. Otras veces era: “cuando veas las barbas de tu vecino cortar, pon las tuyas a remojar”.

FENÓMENOS.- Los terremotos en Haití, más reciente en Chile, los sunamis, la tormenta “Xinthia” que trae por la calle de la amargura a Europa, la tormenta invernal que azota tan duro a Nueva York, las inundaciones del D.F., de la gran Ciudad de México, nuestra capital, entre otros fenómenos, ¿serán realmente hechos aislados?

A REFLAXIONAR.- No es por nada, pero deberíamos de ponernos a reflexionar sobre lo que ocurre y lo que nos espera a muchos de nosotros que poblamos una región tan sísmica como la inmensa costa Océano Pacífico, donde se encuentran las terroríficas placas tectónicas de la Falla de San Andrés. ¿No creen?

MAL USO DEL SUELO.- Dios guarde la hora, pero aquí donde estamos, no serían solo los efectos de movimientos telúricos o Sunamis lo que nos podría devastar, no, sino también otro tipo de fenómeno tan terrible como esos: la vil y descarada corrupción que prevalece en la aplicación de la “normatividad” (vamos a ponerla, así, entre comillas, para no ser tan gachos) sobre los usos del suelo. Esto se evidencia vivamente en Ahome, especialmente en Los Mochis, su cabecera municipal, donde miles y miles de hectáreas de terrenos agrícolas de primerísima calidad dejan de producir enormes volúmenes de alimentos básicos para ser destinados a la ejecución de “desarrollo urbanos” que dan lástima, que dejan mucho que desear, y que, con un soplido se vendrían abajo, desaparecerían del mapa grandes extensiones de nuestra civilización, “edificadas” en el Noroeste.

AMBICIÓN…CORRUPCIÓN.- Pero, eso no es solo lo peor. Por culpa de las ambiciones desatadas entre las empresas fraccionadoras, alcaldes, políticos, aprendices de políticos, funcionarios y particulares corruptos evidentemente se vienen enriqueciendo de la noche a la mañana, gracias a la construcción de una ciudad sin salidas y/o entradas de emergencias, una población para sobrevivir, no para vivir a gusto, seguros, todos. Desaparecen como arte de magia hasta las banquetas, trazan calles embudo, con anchuras incorrectas, avenidas, bulevares, calzadas que se van angostando. Permiten consorcios escolares, industrias, talleres de la más diversa clase en zonas residenciales, etc., etc., Cuanto drén, canal o vía del ferrocarril es borrado dando paso a la modernidad, de inmediato aparecen escriturados a nombre de los particulares complacidos por sus colegas incrustados en las esferas oficiales.

SIN FUTURO.- Total, están dejando sin derechos de vía necesarios para las avenidas, calles, bulevares y calzadas amplias que vengan a resolver las necesidades de estacionamientos y de la rápida e intensa circulación vehicular que nos espera en un futuro no muy lejano. Están ahogando a la ciudad cabecera municipal, por más que presuman de ser “muy hombres” por que pavimentan más, aunque lo hacen con las miras de aumentar la plusvalía de las propiedades de sus cuates aledañas a las zonas de crecimiento y desarrollo.

PESTILENCIAS.- A propósito de pestilencias oficiales, siguen brotando miasmas nauseabundas en el caso del incendio de la Guardería ABC de Hermosillo. Según la investigación realizada por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en la tragedia en que murieron 49 niños calcinados y 75 más resultaron gravemente lesionados, aparecen como principales responsables el ex gobernador de Sonora, Eduardo Bours Castelo y el entonces director general del Instituto Mexicano del Seguro Social, Juan Molinar Horcasitas, quien por si no lo saben ustedes, ha sido premiado con el nombramiento de flamante Secretario de Comunicaciones y Transporte (SCT) en el gabinete del presidente Calderón. También hay funcionarios estatales y municipales seriamente involucrados en el “desorden generalizado” detectado por la SCJN. Pero se olvidaron, de plano, de parientes y amigos muy cercanos al “jefe”, que siguen sin aparecer por ningún lado de la investigación…